¿Qué es éxito? ¿Somos capaces de disfrutar del reto alcanzado? ¿Por qué nos planteamos rápidamente otra mejora? ¿Es la vida una sucesión de proyectos? ¿Tiene límite la ambición del ser humano? Aunque la búsqueda constante de ser mejores es a priori una cualidad positiva, normalmente está acompañada de la frustración, de nuestra incapacidad de afrontar la derrota, de descubrirnos persiguiendo sueños de otros, incluso del deseo de un niño envidioso.
El éxito profesional es tan importante como el personal. El primero nos completa como personas, nos hace sentirnos útiles, plenos. El segundo llena nuestra vida de pasión. Pero el ÉXITO es mucho más.
Siempre pensé que ser una persona de éxito era la suma de talento, formación, trabajo y una pizca de estrella. El taller de “El Código del Éxito” de Fernando Álvarez le ha sumado el poder de las pequeñas decisiones, la importancia del equipo, el pensamiento y el lenguaje positivo, una actitud valiente, la fuerza de las emociones, la valentía de descubrir que andamos en sentido contrario o que volcamos nuestro esfuerzo en lugares equivocados.
«El Código del Éxito» Abril 2013 – Foto realizada por Elisa Tcach
Descubrí como un grupo de desconocidos regala al más débil su ánimo, su apoyo incluso su energía de superación. Todos los que asistimos a «El Código del Éxito» hemos cambiado. Algunos rompiendo muros sencillos; atreviéndose a liderar, levantando la voz, parándose por primera vez a descubrir sus anhelos o simplemente reconociendo aquello que superó y que pensaba era imposible.
Pero el más importante fue sin duda el que se produjo en nuestro interior. El código no es más que descubrir no las respuestas necesarias sino las preguntas adecuadas. Es difícil describirlo con palabras. Sólo sé que este es el principio y que yo ya no sobrevivo.
Me da la vida y me la voy a merendar. ¡Atrévete!
PD: Tengo que dar las gracias a Fernando por dejarme forma parte del principio del cambio. A Sergio por su conexión en 10 milisegundos. Y a todos y cada uno de los asistentes al “Código del Éxito”, fuimos pequeñas piezas de un puzle que nos cambiará para siempre. Ese es el reto.